A las 1815 hrs., partimos desde la YPF de Villa Allende, José F. Josefina M., y yo, rumbo a Unquillo como primer objetivo.
Josefina, en su primer salida post vacaciones, venía muy inspirada y es que, en sus quince días de “descanso”, hizo la friolera de casi 500 Kms., a puro entrenamiento…
Así las cosas, el panorama pintaba para un ritmo endemoniado, y no me equivocaba…, al frente se disputaban metro a metro entre José y Cope, a un ritmo escalofriante, mientras que yo…, los seguía como podía, sin mas que verlos alejarse, por fortuna para mí, se apiadaban y me esperaban…
Obviamente que, llegamos a Unquillo en un abrir y cerrar de ojos, ayudados por el fortísimo viento sur; llegar hasta la tierra de los “artistas” había resultado un trámite, lo que me preocupaba por que mis dos acompañantes no le aflojaban al ritmo.
Fué entonces que les propuse seguir a Ñu Porá y en mi interior empezaba a gestar la estrategia para que pudiese calmar a estas “fieras”, así es que, a los senderos nos metimos ! y recorrimos el “Mirador del Negro Flores”, en donde en el ingreso un potrillo nos hacía de anfitrión, el que, asombrado por nuestras vestimentas galácticas, se quedó perplejo y posó para las fotos…
Luego de tomarle fotos al pequeño, continuamos rumbo a la mejor vista de todo el circuito y obviamente, allí también tomamos imágenes…
Finalizado el descanso emprendimos un veloz descenso por uno de los senderos mas bonitos que tenemos por la zona y allí, con José, bajamos bastante fuerte pero Josefina, dominaba el pedregoso terreno y cuando parecía que no lo lograría, finalmente, pudo llegar hasta la calle sin problemas.
Dejados atrás los senderos y las calles, nos volvimos todo por ruta, con los ánimos un poco mas calmos, pero rodando siempre a mas de 30 km/h.
Será hasta nuestra próxima salida !!!!!!
