El pasado sábado 28 de Mayo de 2011, participamos de la “previa” al circuito de la carrera ADVENTURE MOUNTAIN BIKE a desarrollarse el próximo mes de Junio en su tercera edición.
Pasados unos minutos de las catorce horas, un lote nutrido de bikers, partimos desde el Puente Uruguay, por las calles céntricas de la Perla de Punilla, con rumbo a “Playas de Oro”, desde donde se hará la largada oficial de la competencia.
El excelente trabajo realizado por los guías, apoyados por uno de los organizadores con un vehículo en todo el trayecto, nos llevó hacia San Antonio de Arredondo, Icho Cruz y luego Cuesta Blanca.
En Icho Cruz, concretamente, luego de cruzar el vado, se presentó la primera dificultad con una subida corta pero muy empinada, la trepada de la iglesia, fue el primer obstáculo a vencer, para luego de éste, continuar por un falso llano, ya en Cuesta Blanca, que nos llevaría hacia otra subida muy exigente, que por suerte, se pudo superar sin mayores contra tiempos.
El descenso, veloz, nos depararía la sorpresa de la tarde…, un “muro”, una auténtica pared, de casi 400 mts., nos esperaba para poner a prueba la fuerza y la resistencia que quedaba en nuestras agotadas piernas, que venían ya castigadas. Muchos, subimos pedaleando, otros caminando, otros, mitad caminando, mitad pedaleando, pero nadie se rindió.
Luego de pasar el tramo mas difícil, en tierra, iniciamos el descenso hacia Cabalango, en donde, mucha gente ya estaba presente al lado del camino, para la última etapa del Rally Argentina que se corría al día siguiente.
En el vado principal de ésta pintoresca localidad, nos reagrupamos, para la foto de rigor de todos los presentes y así, iniciar el último tramo rumbo al monumento al INDIO BAMBA.
Un sendero, único por su belleza, nos conducía ya en los kilómetros finales, hacia el Puente Uruguay, pero sin antes, superar el “calvario” sobre asfalto, que se ubica a menos de dos kilómetros de finalizar la travesía. Allí, una subida de poco mas de quinientos metros, con una pendiente superior al 20% de desnivel, era el examen final para el agotado pelotón, que, sin dejarse vencer, coronó la cima para alegría de todos.
Ha sido una jornada bellísima, por la suerte de cambiar de caminos a los cuales normalmente acostumbramos asistir, el trayecto espectacular, nos sorprendía a cada instante; los aficionados al Rally, nos alentaban y transmitían una alegría contagiosa, los organizadores y guías estuvieron siempre pendientes de nuestras necesidades y de que todo fuese con normalidad. En síntesis, lo hemos pasado muy bien.
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