Un mañana ideal para la práctica del MTB, nos acompañó el día jueves 8 de Diciembre, en el trayecto elegido, Ascochinga – Ongamira – Ascochinga.
El grupo estuvo presente en el A.C.A. YPF, a las 0830 hrs., para emprender la travesía casi una hora después, con varios participantes dispuestos al desafío; el equipo femenino, estaba compuesto por Silvina, Mabel, Diana, Alejandra, Daniela y Soledad, mientras que el masculino, por José, Damián, Nacho, Marcos, Rubén O., Carlitos, Javier, el Chino Barrionuevo y yo.
El clima estaba de nuestro lado y aunque la humedad se mantuvo presente, las nubes nos protegían del sol. Así a ritmo vivo, con los comentarios y las risas presentes llegamos al cruce de la “casita azul” (La Pampa), para girar a la izquierda, un camino serpenteante, cargado de verde, donde cruzamos el primer vado y pudimos notar las huellas de una importante creciente del día miércoles.
Empezaron las primeras rampas y el silencio se iba adueñando del grupo, con jadeos y las piernas “cargadas” por tamaño esfuerzo, que por fortuna, al estar al inicio del recorrido, no hubo mayores dificultades para superar.
Luego, llegó la planicie, para posteriormente, iniciar ese descenso tan bonito que nos lleva a Casa Hogar (Camino Real), lugar en el que paramos para sacarnos una foto de todo el grupo y luego ir a almorzar a la vera del río Los Sauces.
Durante la veloz bajada vivimos dos situaciones preocupantes; Damián, que bajaba muy fuerte, en una curva a la derecha, se encontró con una piedra de grandes dimensiones, a la que no pudo sortear y se fue al piso, afortunadamente sin consecuencias para su salud; mientras que, Mabel, también dio con su humanidad contra el suelo, luego de que una de las tantas grietas o canaletas que la lluvia había marcado en el camino, le sacara de sus manos la bicicleta y cayera de cara al piso, afortunadamente, sin lesiones preocupantes.
Finalizado el almuerzo, tomamos las bicicletas y empezamos a desandar el camino rumbo a Ongamira. A los pocos kms., empezaron los inconvenientes técnicos en mi desmejorada bicicleta, la cual parecía acusar la dureza a la que la expuse con anterioridad en el hermoso recorrido.
A escasos 8 kms., de la salida, perdí la posibilidad de hacer cambios de velocidades, el shifter derecho, aquel compañero del que se me rompió en Tucumán, ya había cumplido su ciclo. Así es que, le avisé a mi compañero Rubén O., que retornaría hacia Ascochinga, por la Estancia Jesuítica Santa Catalina, donde curiosamente, había una serie de vehículos antigüos marca Ford y a los cuales les tomé algunas fotos…
Continué muy lentamente el regreso, para arribar a la localidad de Ascochinga, donde esperé al resto del grupo. Finalmente, algunos decidimos recuperar energías en un viejo almacén de época, con una rica picada, donde compartimos anécdotas y relatos muy divertidos.
En total, el grupo hizo 90,3 kms., llegaron hasta Los Terrones y regresaron.
Felicitaciones a todos/as por lograrlo, AQUI podrás ver algunas fotos que he podido tomar, las imágenes en donde el grupo está en Los Terrones, han sido tomadas por Mabel.
Será hasta nuestra próxima aventura…
