Hace instantes he regresado nuevamente de hacer el Cruce de Cabana, aunque en ésta oportunidad, una tristeza me embarga y me conmueve…
En el año 1979, cuando tenía 11 años de edad, nos mudamos con mi Flia. a Unquillo, dejamos la Ciudad de Córdoba, para ir a vivir a la tranquilidad de las Sierras, los recuerdos, me transportan a mi increíble libertad que desde entonces pude obtener al andar y descubrir lugares, arroyos y montañas, que sólo se visitaban algún fin de semana y en época, preferentemente veraniega…
Así, de pasar de andar en bici, sobre una vereda de barrio (por la calle pasaba el colectivo y era muy peligroso), descubría senderos, calles, subidas y bajadas que, potenciaron mis ganas de andar en bici y luego a competir, en lo que sería el BMX de hoy (bicicross), para luego dedicarme, desde 1980, a la participación en pruebas de ruta.
Hoy, mientras iba para el Cruce de Cabana, decidí pedalear por los senderos de mis recuerdos de niño y si bien, han pasado tantos años, éstos siguen estando no como en antaño sino, todo lo contrario…
Cerca de mi casa, estaba “Quebrada Honda”, con su Complejo de Don Dibo, quien por lo visto hoy, físicamente seguro ya ha dejado de existir.
Para que se dimensione, el Complejo de Dibo en Quebrada Honda, es a lo que hoy se le denomina, un “parador”; muchos chalets para flias, que los alquilaban en épocas de vacaciones, una pileta natural del río conservada y mantenida como la mejor de las privadas, con pintura celeste, el pasto perfectamente cortado, playitas de césped y arena, jóvenes y flias enteras disfrutando del hermoso lugar…
Así, con esa mezcla del imborrable recuerdo en mi memoria, no podía creer lo que estaba viviendo, todo abandonado, sucio, arruinado, los chalets prácticamente se han convertido en ruinas, en realidad, TODO el complejo Dibo es una RUINA…
Obviamente, que tomé unas imágenes de lo que queda de aquel hermoso y extinto Complejo de Dibo, convertido en “Las Ruinas de Dibo”:
Nuestra ollita preferida sigue estando:
Aquí empezaban las “playitas”:
Parte de la pileta ya tapada por la acción del río y por la dejadez del hombre:
Al fondo se observa lo que era parte del Complejo, éste lugar era una playita muy bonita:
Uno de los chalets, totalmente destruído (pero habitado):
El camino que de niños hacíamos caminando está hoy con árboles caídos y muchas malezas:
Es una pena que éste ícono de Unquillo se haya perdido, ojalá, alguna vez pueda ser recuperado sea por gestiones públicas, privadas o mixtas…
