Primer tranquera, empieza el vértigo
San Fernando, es un "clásico" que seduce, motiva, exige a quienes se adentran en la montaña y en el valle, con sus vados un tanto disminuídos de caudal, pero que al pasarlos "a fondo" levantan el agua y el barro para alegría y gozo del biker.
Su calle hasta el cruce final, requiere de mucha atención y una fina habilidad para sortear, zanjas, arenas y piedras sueltas, que atentan contra la estabilidad y ponen a prueba el dominio de la bicicleta.
Apenas pasada la primera de las tres tranqueras hasta La Calera, nos pone al límite de nuestras posibilidades, ya que el descenso es abrupto, peligroso, cargado de piedras y árboles sobre un sendero veloz, muy veloz, luego, en la segunda tranquera, el sendero en sus primeros metros requiere de equilibrio y técnica, para cruzar tres o cuatro vados de un fango pesado y una caminito angosto, que guarda, celoso entre su flora autóctona, peligrosas piedras...
La tercera y última tranquera, nos lleva por una calle abierta al tránsito, que bordea los balnearios de la periferia de La Calera, aquí debemos estar muy atentos, porque aparecen vehículos constantemente, mas en temporada de verano.
Es el circuito ideal, posee todo, subidas, bajadas, llano, senderos, calles, vados, lo importante es hacerlo siempre en grupos para disfrutarlo a pleno.
Es el circuito ideal, posee todo, subidas, bajadas, llano, senderos, calles, vados, lo importante es hacerlo siempre en grupos para disfrutarlo a pleno.
